Propuesta para detener el endeudamiento |
La economía del conocimiento permitirá pagar la deuda.-Periódico LA NACIÓN :: 4 de Julio de 2014- (tr.im/5pkhh). Tres organizaciones de la sociedad civil -Fundación Sales, Facultad de Ciencias Sociales y Económicas (UCA) y Grupo Redes- elaboraron tras el default una propuesta con economistas, especialistas en políticas de ciencia y tecnología, y otros profesionales, para detener el endeudamiento perpetuo. El Ministerio de Educación y Ciencia la incorporó a su Plan Nacional 2004 y el viceministro de Economía de entonces, Jorge Todesca, la consideró un muy buen camino, por lo que la elevó para su consideración.
La propuesta apuntaba a robustecer nuestra débil economía para recuperar la capacidad de pago. Se aconsejaba implementar la economía del conocimiento que hizo crecer a los países desarrollados. Se explicaba que la inversión en I+D (investigación y desarrollo) es clave en esa economía: la hacen empresas, universidades, gobiernos y fundaciones para generar alto valor agregado. Los países avanzados aportan del 2 al 4% de sus PBI en I+D. Los rezagados, menos del 1%; la Argentina, 0,62%. Los economistas coinciden en que es difícil crecer con tan baja inversión. El Banco Mundial criticó "la muy baja inversión de las empresas argentinas en I+D" y su escasa cultura innovadora. Países pobres como Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y Taiwan -los tigres asiáticos-, al aplicar dicha economía, incrementaron sus PBI entre 1700 y 2500% en 44 años (1960-2003). Nuestro PBI creció en ese período sólo 125%. La propuesta no pedía quitas sobre el capital adeudado. Sólo reducía al 3% los altos intereses, pues la perspectiva de pago sería más cierta con una economía competitiva. Una parte muy menor de dicho interés (0,09 al 0,37% en 4 años) se depositaría a nombre del acreedor en un fondo fiduciario para financiar empresas innovadoras. El fondo recibiría en 4 años 1600 millones de dólares, cifra inédita en la Argentina para ese fin. Operaría como un "banco del conocimiento", expresión del Nobel de Economía Joseph Stiglitz, y cotizaría en bolsa protegido de riesgos políticos e institucionales. Finalmente la propuesta, que sus autores podrían adecuar hoy, no se tuvo en cuenta. La decisión estaba tomada: mantener la política fallida de siempre, pagar dentro de muchos años lo que nuestra débil economía permitía. La afirmación del presidente Kirchner fue sincera: "No prometeremos lo que no podamos cumplir". Quedó claro que no habría nueva economía. |